Un LED array presenta una serie de pequeños LED Chip-on-Board (COB) distribuidos según un esquema bien preciso. Este método implica varias ventajas.
Por ejemplo, los requisitos de disipación térmica del aparato disminuyen, dado que los LED están más distanciados y además son de menor potencia en vatios, por lo que permiten un diseño más delgado y mínimo del aparato.
Los LED son más pequeños de lo habitual para mejorar el control óptico, formando haces más concentrados y angostos y permitiendo utilizar lentes en combinación con los reflectores.
Además, trabajando con ópticas de haz ancho y paneles wall washer, es posible realizar una mayor difusión de la luz proyectada sobre la pared y obtener una mayor superficie iluminada. La posibilidad de disponer los LED en diferentes combinaciones y formas permite responder a exigencias de iluminación específicas.
Se pueden obtener beneficios adicionales utilizando paneles difusores y ópticas satinadas, ya que la configuración separada de las fuentes luminosas origina una emisión de luz aún más amplia sobre la superficie.